Hay una anécdota muy conocida sobre la cual desconozco su autor, pero que con los debidos respetos quisiera compartir…se cuenta de un escritor que tenía la costumbre de retirarse en su casa a la orilla del mar para escribir. Una mañana, desde una ventana ve una silueta a lo lejos que según lo que podía percibir “bailaba”.  El escritor sintió mucha curiosidad y decidió ver con sus propios ojos la silueta que bailaba a la orilla del mar.  Mientras más se acercaba, comenzó a notar estrellas de mar esparcidas por toda la costa y pudo percartarse que lo que pensaba era una silueta que bailaba…era realmente un joven que se inclinaba, tomaba una estrella y la arrojaba de vuelta al mar.

El escritor muy sorprendido, soltó una carcajada y le dijo: “jóven no te das cuenta que lo que haces es inútil, por más que recojas estrellas de mar y las arrojes de vuelta, no podrás devolverlas todas; lo que haces no tiene sentido.” El joven se detuvo por un momento, escuchó las palabras de aquel hombre, luego se inclinó tomó una estrella de mar en sus manos y la arrojó de vuelta al mar; luego le dijo: “para ella si tuvo sentido.”

El escritor, frunció su frente, algo disgustado y regresó a su casa a la orilla del mar. Ese día estubo muy inquieto, no podía borrar de su mente la imagen del joven y cuando llegó la noche no pudo dormir. Al día siguiente, se levantó de madrugada, como de costumbre, pero en vez de sentarse en su escritorio a escribir se dirigió directo al joven, cuya silueta desde lejos parecía “bailaba”.  Cuando llegó hasta donde el joven, le sonrió, se inclinó, tomó una estrella de mar en sus manos y la arrojó de vuelta al mar. 

Durante el día de ayer tuvimos la oportunidad de conocer madres voluntarias, personal y niños que trabajan y se benefician de los Centros Comunitarios que Children International ha desarrollado en la República Dominicana. Como parte del recorrido escuchamos testimonios de personas que en el pasado habían sido apadrinados y hoy laboran llevando a cabo diversas tareas. Nos cuentan, que gracias a las becas HOPE que recibieron por ser ahijadas del programa pudieron completar estudios profesionales que les han permitido tener una vida mejor. Me conmoví al escuchar de sus propios labios lo que ha significado el programa para ellas y mucho más me impactó su compromiso y dedicación de regresar a la organización Children International para servir a otros niños y ayudarles a que tengan un mejor futuro, así como ellas lo lograron obtener. ¡Para ellas sí tuvo sentido! Continuemos arrojando estrellas al mar…